Acompañamiento Terapéutico para personas LGTBIQ+

Ser un hombre homosexual no siempre fue un motivo de orgullo para mí. Crecer en un entorno social conservador, con una cruel falta de empatía e interés hacia mi identidad y orientación sexual, donde mis necesidades afectivas eran obviadas e invisibilizadas, me hizo creer e internalizar en mi infancia y adolescencia, que había algo en mí que tenía que ser ocultado, modificado y en lo posible, erradicado. 

Crecer sintiendo que no mereces un espacio en el mundo, con la amenaza constante del rechazo y la humillación, es una experiencia brutal y traumática que marcó mi infancia y mi adolescencia. Mi baja autoestima, la vivencia de bullying, abusos físicos y psicológicos por parte de mis pares y adultos, me llevaron a una depresión no tratada por años y a sobre adaptarme ante la falta de reconocimiento y amor, poniendo las necesidades y deseos de los demás por encima de las mías, con tal de evitar el conflicto, el rechazo y el dolor.

En mis primeros años de adultez, si bien podía vivir y relacionarme con mayor consciencia y confianza, el entramado de mis experiencias pasadas, inseguridades y homofobia internalizada comenzaba a mezclarse con los estímulos de una vida moderna hiperconectada, digitalizada, hipersexualizada y profundamente desconectada del cuerpo y los sentimientos…. en la que admito me perdí más de alguna vez.